Stop and see…
Hace no mucho descubrí uno de los lugares que más alegría trae a mi corazón, y lo interesante es que no tuve que cruzar el océano pacífico, ¿cómo lo hice? Bueno sólo tuve que hacer un alto en la avenida que me hallaba cruzando y observar lo que tenía a mi alrededor – exacto, sólo observar, y desde ese momento quedé cautivada como aquella vez que no hacía falta decir ninguna palabra y sólo atinaba a sonreír.
Desde aquel momento descubrí que uno va perdiendo la oportunidad de descubrir lo grandioso que tiene a pocas distancias, por esperar lo grandioso en la vida.
Ahora, cada vez que regreso al Centro Histórico de Lima, vuelvo a sonrojar y a enamorarme de la famosa Lima cuadrada, de sus calles con el acabado virreinal casi intacto, con la belleza y simetría de sus balcones y de la dinámica espontánea de su gente.
Sin lugar a duda una ciudad hermosa que narra su historia a través del caminar de sus calles. Te animas a detenerte, observar y escribir tu propia historia?
— in Lima, Peru.
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